Hemos estado toda la vida jodidas.
Voy a hacer un recorrido desde Grecia hasta principios del siglo XX, de lo mal situadas que hemos estado las mujeres desde prácticamente siempre.
1.-PRIMERA PARTE: PODER, DINERO Y RELIGION / TODO MUY C.TANGANA.
Vamos a remontarnos a la Grecia antes de Cristo. Donde la sobriedad y la mesura era lo que estaba de moda y lo que mantenía un estado social medianamente civilizado.
Todo lo que se consideraba «lujoso» como las joyas, los mejores ropajes y las «excentricidades» había quedado descartado y prohibido en pos del culto a la inteligencia.Vamos, que en la Antigua Grecia ya se había cimentado lo que conocemos hoy como «elegante». No tienes mas que imaginarte a cualquier griego aleatorio antiguo ¿A que lo imaginas sólo con una túnica blanca y unas sandalias? I Know.
Pero para saber por qué se da esto primero os voy a explicar qué se conoce como lujo…
Un lujo es todo aquello que no es necesario para la supervivencia. Vamos, que necesitas comer, vestirte y tener una casa donde vivir, el resto prescinde de importancia en cuanto a la supervivencia humana. Es algo también que escasea y es exclusivo o poco común de encontrar o adquirir.
Pero sucede que, al no ser algo imprescindible, se vuelve completamente necesario para el ser humano. Porque eso es lo que nos distingue de los animales: la conciencia de las cosas. Ser consciente de lo que necesitas y de lo que no, y aún así, hacerlo todo con la mayor originalidad y brillantez posible.
Se entiende que desde que hay ser humano existen los lujos. Es inherente, no pueden existir el uno sin el otro. Desde que nos agrupábamos en tribus necesitábamos darle la mejor caza al jefe, las mejores pieles…Los tesoros y sacrificios iban directamente a los dioses a los que rendía culto la humanidad… Necesitamos entender que lo superficial, lo no necesario, nos hace trascender. Tiene una conexión directa con nuestra espiritualidad.
Esto es muy importante porque el lujo está asociado inevitablemente a estos tres conceptos: el poder, la religión y el dinero. No me preguntes por qué, pero es así. De ejemplo están los egipcios… Ellos llenaban sus tumbas con tesoros y objetos de gran valor porque entendían que nada de eso era útil en el reino de los vivos, (en la tierra que ellos vivían), si no que serviría en un más allá donde el alma debía trascender. ¿Lo vas pillando?
También he de decir que el lujo depende de la sociedad en la que te encuentres. Quizás si llevas un Luis Vuitton a una tribu del Amazonas, pues posiblemente se quedarán igual. Para ellos el lujo, mabye, es pintarse la piel con el barro mas difícil de encontrar.
So, como iba diciendo… Se volvió una bola esto de los lujos en Grecia. Por eso para poder llegar a esa ansiada “sociedad perfecta” de la que hablaba Platón en su famosa ‘‘República‘‘, impusieron códigos de vestimenta. Vieron que el derroche y el desenfreno se les iban de las manos. A sí que las mujeres y hombres de la alta nobleza debían llevar peplos (las túnicas, vamos) sin muchos colores y pocas joyas. Solo las prostitutas iban adornadas, las mujeres de mala vida. Curioso que definieran ya todo eso en el año V a.c, ¿no?
Pues bien. Seguidamente llegó el Imperio Romano, que se pasó por el forro todo esto y marco una línea bien definida entre pueblo y nobleza. Vamos que en las calles la gente moría de hambre pero venga a hacer templos y villas.
Como no, cuando llegó el cristianismo a Roma y la Iglesia Católica comenzó a tener tirón, vertieron todo ese “derroche” en la religión. Vamos, lo que hacían las tribus desde que el mundo es mundo pero a lo bestia. (Para mí el Imperio Romano es un símil genial de lo que es hoy EEUU).
Y llegaron las iglesias y monasterios colmados de reliquias y tesoros preciosos… Llegó el Gótico con esas catedrales diáfanas, llenas de cristales de colores en sus vidrieras,… Volvimos otra vez a asociar el lujo, ya no solo con el poder, sino con lo espiritual y lo religioso (que en la Edad Media eran uno sólo, mi hermano). Trascender era lo que importaba, el otro mundo, el mas allá lleno de oro y mármol…mucho más virtuoso e innecesario que este lleno de guerras y pestes. ¿No?
En resumen: ¿Hacían falta estas catedrales? Pues no. ¿Las hicieron? Pues sí.
En el Renacimiento, más de lo mismo. Se cambian las tornas y ahora Dios no tiene gancho, lo tiene el Hombre. Llega el humanismo y la importancia de la cultura, la ciencia, el arte… ¿Y ahora qué es el lujo? El lujo era tener las esculturas y las obras más impresionantes para que la gente viera cuanto poder tenías. La burguesía estaba on fire.
Aunque me cuesta reconocerlo, sí, la cultura es un lujo que no todo el mundo se puede permitir. El ser humano siempre ha valorado mucho el concepto de “artesanía” y “exclusividad”, que es básicamente lo que buscas cuando quieres destacar del resto. Los artistas en el Renacimiento eran mas artesanos de sus mecenas que otra cosa.
Así que sí, a efectos prácticos la cultura no es necesaria. Y lo maravilloso de todo es que al no ser necesaria, se vuelve aún más imprescindible.
(Aunque he de apuntar que, en el siglo en el que estamos hoy en día, en el que parece que estamos rodeados de lujos que no necesitamos, siempre hay algo que no podemos tener; a lo que no podemos acceder. Eso, en el caso particular de cada uno, es un lujo).

Me parecía muy apropiado colocar la escultura renacentista basada en el rapto de Perséfone por Hades. La mujer como capricho. Think about it.
En fin. Los títulos cada vez valen menos con forme avanzan los años… Y llega el siglo XVII.
2.-SEGUNDA PARTE: MEDIAS Y TACONES
Oh God. Llega esto:

Un hombre con peluca, volantes, medias y tacones. Básicamente.
Cabe destacar que estamos en una época en la que va a llegar la Revolución Francesa. El pueblo francés muere de hambre y la peña de la nobleza solo se preocupa de hacer mas agresiva la línea que les separa a ellos de nosotros (Esa línea que traza el lujo). Con deciros que se construyó el Palacio de Versalles nada más que para estar todo el día de juerga (además de como estrategia para concentrar el poder en un lugar).
By the way, precioso, es el símbolo por excelencia de la palabra “LUJO”.

Este señor de aquí arriba se inventaba leyes de vestimenta absurdas que sólo afectaba a los burgueses. No quería que los nuevos ricos se asemejaran a los nobles. Así que se comenzaron a hacer disparates con la moda: pelucas, tacones, tocados, maquillajes super exagerados… hombres y mujeres por igual.
Aquí comienza la comercialización del lujo como tal. Imagínate, un palacio enorme con toda la corte francesa viviendo allí. Todo el día de fiesta para tenerlos controladitos. Todos los días ropa social y vajilla y cubertería… Los artesanos de todo el mundo iban allí a hacerse de oro. Se podría decir que allí se comenzó a expandir más el concepto tendencia. Todo el mundo estaba al tanto de lo que pasaba en Versalles y toda Europa imitaba a los franceses.

De verdad que el siglo XVII Y XVIII fueron un cuadro. Literalmente.
Bueno pues vamos a seguir avanzando. Vamos a avanzar, solo un siglo. Nada, vamos, cien años…
Esta es la indumentaria masculina del siglo XIX en Europa:

Colores mas neutros: azules, pardos, blancos, negros, grises… se puede decir que estas son las bases de la indumentaria masculina actual. Tú vas a cualquier tienda de moda masculina y estos son los colores que esperas y vas a encontrar.
Aquí tenéis la indumentaria de las mujeres del siglo XIX:
Os explico lo que estáis viendo…Básicamente, cuatro flores.
¿No es extraño que la moda masculina (burguesa, en este caso) haya avanzado hasta la sobriedad máxima, y la femenina no?
Os cuento.
Llegan las revoluciones tecnológicas e industriales. Europa se expande hacia América, África y Asia. Las rutas comerciales con estos lugares están en auge y explotan al máximo todas esas tierras sin intención de parar. El hombre, el intelectual, el progresista le da la espalda a las banalidades y se arroja a los brazos de un ferviente capitalismo. Lo riega como un brote tierno que ha de florecer en cualquier momento.
¿Qué sucede en toda esta historia?, que las mujeres no son las elegidas para desarrollar todas estas capacidades intelectuales. Ellas tienen que ser el escaparate donde sus maridos han de arrojar todas las frustraciones neuróticas de seguir siendo el más poderoso. La intencionalidad de demostrar poder y dinero (trascendencia) no se ha apagado, es más fuerte, pero se vuelca todo en la mujer.
Continúan las medias, los tacones, los tocados, el maquillaje… pero todo para adornar a una pobre chica que no puede ni moverse (y ni tiene que hacerlo por que su marido la tiene colmada de todo lo que pueda necesitar: al alcance de su mano).
Las joyas y las excentricidades que no son dignas de la parte civilizada e intelectual de la población (o sea, el hombre), están todas volcadas en ellas. Exhibir a una mujer como un trofeo, como se exhibían las prostitutas adornadas en la Antigua Grecia.
Vuelvo a repetir: ¡Qué curioso, que estas sean las bases de la moda actual!
3.-TERCERA PARTE: KALON KAKON
En la literatura clásica se desarrolla un tipo de personaje femenino que nos ha marcado a todas desde que el mundo es mundo: el Kalon Kakon, que en griego significa “Bello Mal”. Con Pandora es cuando comienza este concepto, y se repite en la literatura universal una y otra y otra vez.
Hasta la religión toma esta idea y la extiende a límites de ridículos. ¿No te suena el “pecado original” , la “perdición”, el “origen de la locura del hombre” … Sin querer ir a la fiesta nos han metido en el grupo de Whatsapp, por que sí.
Aunque de todas las tragedias griegas que existen, mi favorita es Medea de Euripides
(Dejo el link de las tragedias de Euripides al final).
Os cuento.
Jason la lía parda y llama a mazo gente para conseguir el Bellocino de Oro. Y entonces se encuentra con Medea en Yolkos. Ella era una hechicera y tenía más carácter que toda la tropa de Jason junta. Vamos que se enamoran, y Medea monta un pollo enorme para que Jason pueda conseguir el Bellocino y además, el trono. Pero al final les sale mal y los destierran. Y claro, Medea coge todo lo que tiene y, por amor, se va con Jason.
Son felices y tienen dos hijos y la vida es color rosa hasta que Jason deja a Medea tirada con los dos niños para casarse con Gleuce, la joven hija de un rey.
Pues a Medea le hierve toda la sangre. O sea, ha dejado su tierra y a sus seres queridos por él ¿y a la primera de cambio la deja tirada con los críos para casarse con una chavalita? No mi niño. Pues se lía de nuevo.
Consigue que la destierren, pero como es super lista le conceden un día antes de irse. ¿Qué hace? Pues envenena ropa y joyas y va rollito “son de paz” a dárselos a Gleuce. Obviamente, ésta muere.
Antes de irse y conociendo a su ex, sabe que va a ir a por los niños y torturarlos hasta matarlos para hacerle daño a ella. Por eso, los mata ella misma. Para que lo haga otro, que lo haga su madre.
Y se va volando en un carro tirado por dragones.
Pues esta mujer está considerada un bicho en la literatura. Sin embargo, a mí me parece una tía que los tiene bien puestos. Hasta que llega Morgana, en las ”Leyendas Artúricas“ (siglos después), no hay otra como ella. Todas son frágiles damas en apuros de belleza cegante y dulzura sobrenatural o directamente malas malísimas a niveles incomprensibles. Todas son símbolos de algo. No hay mujeres con reacciones reales en todo el imaginario literario que nos rodea. Solo hay símbolos. Parece que no existimos como algo humano, sino trascendental, no importante en el mundo que vivimos.
Y esa es la tradición que arrastramos. En este caso en el siglo XIX, la mujer es señal portadora de todo lo que un hombre adquiere. Es lo conquistado, no la conquistadora. Es muy triste.
Referente a lo que os he contado de la Kalon Kakon, solo tenéis que ver las representaciones de Medea en la historia del arte:



¿Sabéis que tienen en común estos tres cuadros de diferente autor y diferentes siglos?
El color rojo.
El rojo históricamente se ha visto como el color del pecado, de lo depravado, de la lujuria, los excesos, el hedonismo más puro y comportamientos reprensibles. Pensad en Caperucita Roja. Pues en estos tres cuadros (y si buscáis más, vais a encontrar más), veréis que Medea porta este color. Es decir, se entiende históricamente como algo malo.
Para que lo veáis mas claro, aquí tenéis un par de cuadros de vírgenes.


Todas estas vírgenes, al ser consideradas santas, tienen un manto azul.
El azul siempre se le ha asociado a lo puro, intelectual, espiritual, aristocrático, santo. Os vais a encontrar algunas como la de Fra Angelico con un vestido rojo y un manto azul. Dentro de su condición de mujer (K.K), están arropadas de santidad.
Esto me hace pensar en la evolución que han tenido estos dos colores y en como la sociedad occidental a admitido que el azul es color de niños y el rosa de niñas. Just think about it.
Hay un cuadro de Caravaggio que me encanta, (y ya dejo de irme por las ramas), que se llama “Muerte de la virgen”. Este cuadro me hace reflexionar sobre el color.
En él se ve a la virgen con un vestido rojo. Atrás de ella también hay una gran tela roja que envuelve el ambiente mientras todos lloran su muerte.
Esto me hace pensar si Caravaggio lo hizo a posta o si tomó como excusa que ya estuviera muerta para hacer mas latente su humanidad. O simplemente quiso hacer mención a que la modelo era prostituta. O quizás solo quería reírse un poco de la iglesia porque estaba harto de hacer bodegones y vírgenes para sus mecenas. Que cada uno piense lo que quiera, es lo bonito de esto.

4.-CUARTA PARTE: COCO CHANEL
Bueno. Pues llegan los felices años 20 y las Kalon Kakon se desatan.
Surgen las famosas flappers y garçonnes que, en una sociedad de post guerra mundial, pues se quieren divertir chica.
Y las mujeres se olvidan de los corsés y las estructuras armadas, de las cinturas de avispa y tapan sus atributos femeninos y se cortan el pelo. Se atreven a enseñar las piernas y bailar jazz. Fuman y beben como hombres y todo lo hacen desde el androginismo que rompe totalmente con la figura tradicional que se tenía de la mujer hasta ahora.
¡Cómo de importante es lo que vestimos!
Pues bien. En esta deliciosa época, llega la Kalon Kakon Reina, que sabe aprovechar muy bien sus necesidades y de todas las mujeres que están hartas de ser escaparates de hombres que lo único que hacen es tratarlas como maniquíes y fábricas de bebés. Llega: Coco Chanel.

Coco dice: a ver mis niñas, vosotras queréis empoderaros, trabajar, valeros por vosotras mismas. No podéis ir como muñequitas de porcelana. Y se decidió ser la pionera de muchas cosas. Que tú, o tu hermana o tu madre, hoy en día vayáis a H&M o PRIMARK y podáis comprar los pitillos más ajustados que haya, es gracias a esta mujer.

Coco entendió, bajo mi punto de vista, que el poder de la mujer no está solo en su feminidad o en el sexo como medio para seducir a un hombre que la mantenga. Su fuerza estaba en ella misma, su entereza y trabajo duro.
Yo veo a mi alrededor muchas mujeres que creen fervientemente aun en esa falsa fuerza que se desarrolla bajo el nombre de femme fatale. No eres solo un escaparate bonito ni tu super poder es sexualizarte, básicamente porque ni siquiera son atributos de los que tienes mérito. Todo el mundo tiene trasero y pechos, darling, (mas grande o mas pequeño). Puede que sea una característica como otras tantas, pero no hay que identificarse con eso. O sí, yo que sé, que cada uno haga lo que quiera. Pero sano para con tu integridad, no es.
Tus valores, tu trabajo, tu tesón, son lo que al final del día te definen. No significa que no puedas darle toda la importancia que tu quieras a tus atributos, hazlo porque te hará sentir gorgeous, pero eso sin nada de trasfondo no tiene sentido ni relevancia.
So, Coco, Medea, Morgana… todas me parecen el mismo tipo de mujer: fuerte, decidida y sobretodo, humanas.
Muchas veces pienso en la importancia final que tiene el vestirse de una manera u otra. Y realmente la tiene. Es nuestra forma de indentificarnos, diferenciarnos, jugar y hasta luchar.
Puedes decidir si te conformas con ser el escaparate que la sociedad te lleva a ser. O arrastrar todas estas tradiciones absurdas. O simplemente romper con la carga que llevamos desde hace años.
La moda es cultura. Habla de como vivimos en sociedad, al igual que el arte. Habla de quienes somos y de lo que aceptamos y no.
En realidad este post no tiene ninguna final o moraleja, ni lleva a ningún sitio. Son muchísimos pensamientos que he tenido estos días y que necesitaba organizar y expresar.
Yo no quiero ser una conquista. Quiero ser un conquistador.
Mom, I am the rich man.
Cher. 1996, Jane Pauley interview.
LINK DE TRAGEDIAS DE EURIPIDES:




